Soy como...

Un grupo de ex estudiantes, ya muy establecidos en sus carreras, se
reunió para visitar a su viejo profesor de la universidad.

Una vez en casa del docente, la conversación se concentró en quejas
sobre el estrés en el trabajo y la vida.

Al ofrecerles café a sus visitas, el profesor fue a la cocina y
regresó con un termo de café y una variedad de tazas de porcelana,
plástico, vidrio, cristal, algunas comunes, algunas caras, algunas
exquisitas y les pidió que se sirvieran el café caliente.

Cuando todos los estudiantes tenían su taza en mano, el profesor dijo:

"Si se han fijado", todas las tazas bonitas y caras han sido tomadas,
dejando atrás las comunes y baratas.
Aunque es normal que quieran sólo lo mejor para ustedes, ése es el
origen de sus problemas y estrés. Lo que en realidad querían era café,
no la taza, pero conscientemente tomaron las mejores tazas y las
estuvieron comparando con las tazas de los demás.

"Fíjense bien prosiguió: La Vida es el café, pero sus trabajos, el
dinero y su posición social son las tazas.
Las tazas son sólo herramientas para sostener y contener Vida, pero la
calidad de la Vida no cambia.

"A veces concluyó, al concentrarnos sólo en la taza, dejamos de
disfrutar el café que hay en ella. Por lo tanto, no dejes que la taza
te guíe... mejor goza el café".

Es interesante, pero el otro dia pensaba algo parecido, no sé, es más, dudo que la felicidad exista si no somos conformistas, al fin y al cabo, todos queremos siempre mejorar, y probablemente sea algo innato en nosotros, no somos conformistas, exactamente lo que pensaba el otro dia era que ojala pudiera viajar al pasado y disfrutar los viejos tiempos.

Pero lo cierto, es que antes, no era feliz, bueno, digamos que desde hace unos años me considero tal, pese a que creo que no exista en su totalidad, antes soñaba con cambiar, con crecer, con que pasaran los años y madurar, pero es curioso, si hago retrospectiva respecto a como era hace 6 o 7 años, es cierto que he cambiado, pero en el fondo, no, y al final lo que cuenta es el fondo ¿no?

Por eso, al final pienso que muchas veces somos en parte lo que escogimos de pequeños, es cierto que podemos cambiar, que relativamente tenemos ese poder de elección, pero en el fondo siempre tenemos un poco de cuando escogieron por nosotros, de cuando eramos pequeños, dicen que esa infancia marca, cada vez entiendo más eso de "tal palo y tal astilla", no porque yo me parezca a mi padre, no, somos totalmente diferente, pero si creo que me parezco a mis mentores o las personas más cercanas que me educaron, en el fondo, soy como ellos, puedo cambiar, y en el fondo debo agradecerselo, pero prefiero agradecerlo en todos los sentidos, no sé xq, ahora me ha dado por pensar así.

¿Y vosotros, creeís que habeís cambiado mucho de cuando eraís pequeños?